sábado, 21 de diciembre de 2013

VOCES DEL AMANECER

Vuelvo a recorrer paisajes que tenía olvidados en mi mente, vuelvo a retomar mi agenda de ocupaciones y dejar de lado la de las pre-ocupaciones. Se me olvidó vestir de traje para la ocasión pero buscaré entre mis ropas ese vestido que se vuela con el viento cuando sopla en las tardes de verano y hace olas en las piernas y cosquillea las pantorrillas...
Hoy quiero reír... hoy quiero jugar y correr entre senderos antiguos, hoy quiero tomarte de la mano y saltar entre los charcos del sudor de la tierra, hoy quiero mirar hacia el sol contigo y encandilarme en tu mirada, cegarme de luz y seguir corriendo a tientas por ese sendero, pero contigo, igual de ciego que yo, tocándonos, palpando nuestras manos y apretarlas tan fuerte que la sangre se una y salga por los poros de la piel y haga una ronda entre nuestras palmas sudorosas.
Hoy vuelvo a retomar el camino que tenia olvidado, que dejé de lado por seguir otras luciérnagas que me encandilaron, por correr tras los ruidos de silencios lejanos, por soñar con realidades ajenas.
Sonrisas de punta a punta como niños satisfechos de la vida, brazos en la tierra dibujando las siluetas, dedos entrelazados, los tuyos y los míos, bailando una música muda, creando ritmos desconocidos, no nos quieren invitar a su fiesta, hagamos la nuestra y bailemos todos juntos al mismo son, al mismo compás...
Días de salir de la conciencia, días de quebrar la voluntad y seguir el instinto, días de amor, de luz, de calor, de locura y días de ti... días de ti... días de ti....
El aire apesadumbrado busca entre las ventanas un escape, el vaho de su aliento me atraviesa la espalda y busca refugio entre mis brazos y calentarme el alma... lo retengo unos segundos pero se escapa con la bocanada de aire fresco que se cruza desde la otra ventana de la habitación contigua y forman un huracán  y en medio yo.... 
Vuelvo a sonreír como loca de felicidad, vuelvo a disfrutar de las cosas  simples y frágiles de la vida, renace en mí y así cada verano, las inmensas ganas de volar que tuve desde que abrí los ojos por primera vez.... 

domingo, 18 de agosto de 2013

¿BASTARÁ?

A veces me pregunto... ¿bastará con esto solamente?
¿Será suficiente con el sentimiento si en las acciones no se refleja exactamente lo que pasa entre ambos?
Me veo al espejo y no reconozco a aquella que era hace un año, hay cambios significativos en la apariencia de este cuerpo y espíritu, han pasado muchas cosas, han aparecido nuevas oportunidades para mí, han obstaculizado mi camino algunos problemas pero los he vencido casi todos, digo casi porque hay cosas que están fuera de mi alcance y ya me rendí, lo reconozco... soy débil y no tengo ganas de seguir luchando por cosas que en apariencia no tienen solución y prefiero mantener el statu quo y ser una maldita cobarde, porque me rendí antes de tiempo, sin luchar... 
Pero sin embargo hay algo por lo que quiero seguir luchando, pero es difícil cuando el otro lado del camino no quiere seguirte, no está dispuesto a luchar contigo y vencer los obstáculos porque su vista se nubló y no supo ver más allá de su nariz.

Resiliencia, inteligencia emocional, un poco de sentido común... no lo sé, quizás es lo que te falta querido lado del camino para poder salir de tu burbuja y ver más allá de lo que ves.
Si bien tus problemas son distintos que los míos no son mayores ni menores que los de todo el mundo, no somos el centro del Universo, no somos la Panacea para todo, no somos nada más que polvo de estrellas...
Y mientras mi mente fabrica muchas soluciones para todo esto, estableciendo compromisos, haciendo planes, remendando errores y estableciendo acuerdos definitivos porque la paciencia y el amor son cosas que van de la mano pero tienen un límite como todo en el Universo...
 

sábado, 6 de julio de 2013

NO SE POR QUÉ...

Esa sensación de no saber por qué...
esa necesidad de gritar sin saber por qué
esas imperiosas ganas de vomitar lo podrido del interior
y no saber por qué...
no saber por qué...
eliminar estados anteriores
escenas de la existencia
suspender algunas actividades por algún tiempo
abandonar a algunas personas temporalmente
pero sin saber por qué...
¿será que volvió el pasado?
¿será que volvieron los miedos?
¿será que se hizo presente el olvido?
no se por qué....
no se por qué...
Se me aprieta el corazón
se me llena el alma de imposibles
quiero escapar a ciudades lejanas
quiero correr por senderos vacíos
quiero nadar en aguas menos turbias
quiero respirar el aire vacío de alguna calle...
pero no se por qué....
¿será que el presente se me hace difícil y quiero huir de él?
¿será que cobardemente me escondo de la realidad?
¿será que....le tengo miedo a seguir pensando?
Quiero salir corriendo y no terminar jamás de correr
quiero gritar tan fuerte que mis tímpanos y mi garganta revienten
quiero reunir todos los pensamientos de toda mi existencia y borrarlos para siempre.... o al menos temporalmente.
Pero siempre vuelvo al mismo punto y aún no se por qué...

domingo, 2 de junio de 2013

AL LADO DEL CAMINO...

Iba corriendo en sentido opuesto a mis sentimientos y me estrellé contigo.
Iba mirando hacia atrás y sin pestañear
Iba gritando despavorida por el futuro que se me escapaba y te vi.
Eran días fríos y oscuros
eran tardes de abulia y marchitadas por los recuerdos
eran noches aguadas, de reproches y peticiones...
Más no percibí el aroma de las rosas a lado del camino
más no percibí el caminar de otro ser tras de mí
más no me atreví a mirar atrás y correr hacia ti.
El miedo se apoderó de mi mente y mi destartalado y confundido corazón
la angustia y las ansias de verte más allá de mis ojos,
las palabras a punto de desbordarse de los labios 
y la incertidumbre de no saber si eras un simple pasajero más en este tren.
Pero miré al lado del camino y te vi.
Divisé tus ojos clavados en los míos,
tus pupilas reían a carcajadas 
tus labios se movían en cámara lenta,
el tiempo se comenzaba a detener
y el aroma de las rosas al lado del camino era cada vez más fuerte,
más intenso, más dulce, más envolvente.
Tomaste mi mano temblorosa
la miraste y reíste
me miraste y reíste
miraste tu sombra y reíste
esa risa que me encanta
esa risa en la mía 
aire con aire.
Ya no quería que el tiempo avanzara nunca más
le pedí a las estrellas que ese momento no terminara jamás 
y que el aire, el agua de mis noches, el fuego de mi vida y la tierra entera se conjugaran en un sólo beso eterno...
Ahí, en ese instante, en ese lugar, contigo, conmigo, con la soledad entre las voces y rostros, con el silencio entre el ruido, con nuestras miserias y nuestros orgullos, con nuestra magia,
con nuestros misterios,
con nuestras historias,
con nuestros pasados
con nuestros presentes
con nuestros futuros inciertos
con el camino que quedaba por recorrer
con las huellas del dolor en la sangre 
con las huellas de la felicidad 
con el aroma de esas rosas al lado del camino...
Llegaste tú
llegó la luz
se llenaron mis caudales
se encendió mi naturaleza muerta
se pintó mi retrato en blanco y negro
se escaparon mis demonios
y volvieron mis ángeles
liberé los recuerdos y abrí espacio para el porvenir
contigo, contigo, contigo siempre al lado del camino...

sábado, 16 de febrero de 2013

Nuestra historia

Se me vienen a la mente muchos recuerdos acerca de las concepciones que tenía sobre el amor. Desde la infancia y la romántica belleza del amor eterno, que supera miles de pruebas, de las princesas y los castillos, de los hechizos que se rompen con un beso del verdadero amor, de príncipes encantados que montan sus corceles casi flotando en el aire y rodeados de la gente que los vitorean y los reciben como héroes, imborrable huella de la tv, del Malvado Disney que causó estragos en la consciencia de miles de miles de niñas en el mundo; pasando por la adolescencia, ese período raro, lleno de contradicciones, de cambios, de metamorfosis interna y externa.
Período que odié mucho y del que no guardo los mejores recuerdos aunque siempre hay algo de cariño por aquellos años de mi vida en que me descubrí y forjé mi identidad.
Odié este período porque fue donde descubrí que el amor no era como lo pintaban en las películas, en las canciones, en la literatura ni en mi mentecilla alelada por la TV.
El amor comenzó a manifestarse de diversas formas en mi vida, pero siempre fue un amor no correspondido, esquivo, me hacía burlas, se mofaba de mi nula capacidad para hablar, para comunicarme con ellos.
Y casi al final de ese período se manifestó en todo su esplendor con un ser que me confundió y me envolvió en una humareda de desenfreno y de dulzura, era casi un pecado que no sabía si estaba dispuesta a cometer. 
Fue una gran equivocación en mi escaso prontuario, pero no me arrepiento ni de lo que hice ni de lo que no hice... todo cayó por su propio peso a la postre.
Ni los años ni la poca experiencia me habían hecho madurar en ese ámbito de mi personalidad y veía a mi alrededor la cursilería del mundo, los fetiches del amor, la comercialización del sentimiento más puro, y el desborde y decadencia de aquello que fue creado para hacer felices a los seres y no para su desdicha y profanación.
Pasó mucha gente a mi alrededor pero nadie lograba llenar ese vacío y mis esperanzas se agotaban cada vez más.
Los fantasmas de la adolescencia no me dejaban tranquila, los sueños eran recurrentes y ya no contaba con  ningun medio para desahogarme, y fue entonces que descubrí en la música, en mi amada Canela, mi hermosa guitarra,y en los libros y la escritura sublime, la manera para raspar el fondo del pozo de la memoria y sacar a relucir aquello oculto y podrido que tenía en el corazón y la memoria.
Lo dejé ir, lo liberé y sólo así pude reencontrarme con el amor nuevamente.

Apareciste sin anunciarte y se me llenó el mundo de enigmas, de misterios que estaba dispuesta a resolver, quería jugar, quería reir de nuevo, quería soñar, quería querer(me).
Llenaste nuevamente y como nadie mi mundo de colores y formas, de sabores y aromas, de texturas y sonidos que amo y que amas. Me ayudaste en mi metamorfosis, te ayudé en la tuya y comenzamos un nuevo camino desde cero los dos.
 

jueves, 31 de enero de 2013

Metamorfosis

Aquella metamorfosis que tanto pregonaba el señor Kafka, se hace carne viva en el presente de mi vida, de la vida de todo ser que camina por este mundo.
Desde el instante preciso en que nacemos, comienza el largo viaje de la transformación, de la metamorfosis, porque el cambio no existe, la materia no cambia, sólo se transforma. El paso de los años van haciendo completar el proceso de desarrollo del ser, pero cuando este proceso llega a su fin, es entonces que ha llegado el momento de detener la metamorfosis para continuar a un proceso más complejo quizás como la muerte, donde el envase ya no se seguirá transformando sino degradando hasta volver a la Madre Naturaleza que lo vió nacer.
Por años me he negado a seguir creciendo, a envejecer porque sé que en algún momento llegará la fecha de caducidad, y ya no seguiré transformándome.
Ese temor paralizante al futuro, al incierto futuro que está lleno de planes, de sueños y promesas... me aterra.
Síndrome de Peter Pan le llaman... yo sólo le digo "negación a la resignación". Me niego rotundamente a vivir el resto de mis días abandonada o postrada en una cama, sola o que un grupo de seres me rodeen y sienta lástima por mí. Quizás estoy siendo soberbia con lo que planteo, pero el paso del tiempo es horroroso! el envase se deteriora de tanto transformarse y el espíritu también. Se doblega ante la muerte y eso es debilidad de un ser que ya se rindió ante la vida y ante la muerte también.
Los pensamientos me abruman al hacer una recapitulación de lo que ha sido mi vida en estos últimos 21 años... incluso menos, porque la memoria comenzó a llegar después de los 3 años. Tengo tantos recuerdos, tantas vivencias, tantas emociones, tantas penas y tantas alegrías, me abruma pensar que todo eso desaparecerá algún día y que no dejaré huellas que recordar después... 
Maldita metamorfosis. No me permites ser siempre igual, ni siquiera en escencia! hay veces en que ya no sé que pensar, ni qué decir, ni quién soy. La identidad se me escapa por los poros de mi piel y se va lejos donde nadie pueda encontrarla.

Vete lejos y ya no me transformes más, que la vida se me va en un abrir y cerrar de ojos y quisiera detenerla por completo en su eterno girar.