domingo, 15 de noviembre de 2015

Uno los dos

Hace tiempo que te pienso, con la mirada perdida entre mis cabellos al viento
hace tiempo que te sueño volando cadenciosamente entre mis secretos
hace años que te veo caminando de mi mano, codo a codo, beso a beso, 
hace siglos que te espero y hace milenios que se escribió nuestro destino.
Cada amanecer es algo nuevo, tu mirada, tu sabor, tus manos en las mías, tu piel y mi piel
tu cuerpo y mi cuerpo, nuestros corazones latiendo con cada respiración entre cortada.
Somos algo así como un ying y un yang, dos fuerzas opuestas complementarias
dos caminos distintos que convergen en un punto
una sola alma que escapa de sus cuerpos para unirse en un sólo hálito de vida.
Tus manos en mi ser, mis manos en tu alma, puedes leer mi mirada, puedo escuchar tu corazón,
puedo hacer vibrar tus energías sagradas y tú las mías... estamos en sintonías parecidas.
No puedo evitar observar cada uno de tus pasos, cada uno de tus movimientos, cada uno de tus gestos al hablar, al reír, al gritar, al suspirar.
Me tienes embobada con cada locura que haces, con tu espontaneidad, tu desenfreno, tu rudeza y tu niño interno que aflora con cada paso que das junto a mí.
Verte sonreír es mi mejor medicina, un abrazo tuyo calma mis tempestades, le da color a mis mañanas grises, ilumina mis noches oscuras.
Compañero de mil batallas, de mil guerras, eres mi fuerza en la lucha cotidiana, mi escudo y mi brazo protector....
porque siempre seremos y hemos sido UNO LOS DOS....

viernes, 18 de septiembre de 2015

All I want is You

Nuevamente vuelvo a tomar el rumbo de nuestra historia, nuestros pasos se vuelven a juntar, nuestras líneas se vuelven paralelas y han llegado a un punto mágico de intersección y nuestras miradas vuelven a cruzarse en un punto sin retorno ni partida.
En cada centímetro de este cuerpo hay una huella imborrable de ti, en cada recuerdo de esta mente, un abrazo que nos dimos bajo la oscuridad de la noche en medio de ruidos de la ciudad o bajo nuestras sábanas esperando el amanecer.
Tenerte lejos pero a la vez tan cerca fue la peor tortura que alguien puede sufrir. Pero esta cabeza loca se confundió, se construyó un muro de papel, que de vez en cuando derribaba a golpes para mirarte del otro lado esperando por una sonrisa de estos labios que no sabían si besarte o gritarte te odio con todas sus fuerzas, aunque por dentro se estuviera quemando por probar nuevamente el sabor de tus besos.
Esto debía suceder, el fin era algo inevitable, casi necesario, esa pequeña muerte entre el espacio vacío que dejaron  tus recuerdos, los hechos de nuestra historia, los besos, los abrazos y el tiempo que pasamos juntos. El fin era justo y necesario, para crecer un poco más, para darle un vistazo a nuestras vidas sin nosotros, para creer que podíamos solos, para mirarnos por dentro y tachar las cosas que faltaron por hacer y escribir las que queríamos hacer solos. Nos quedamos junto a nuestras soledades y de vez en cuando cruzábamos nuevamente una mirada ausente para volver a preguntarnos el porqué de todo esto. 
En ese vaivén comencé a descubrir que este fuego no se apagaría tan fácilmente, que ni el mejor extintor del mundo podría apagar el incendio que tenía en el alma y el corazón. Tú, siempre tú, en todo lo que leía, en todo lo que escuchaba, en todo lo que olía, comía y sentía. Busqué la manera de borrarte pero no lo logré, y una noche después de muchos sueños y pensamientos donde estabas tú, decidí encontrarme con tu alma nuevamente.
Tomé tus manos, bailamos, reímos, hablamos trivialidades, reímos nuevamente, nos miramos a los ojos, nos quedamos en silencio, en medio del bullicio ya no había nadie más que tú y yo.
Al llegar la madrugada escondidos entre las sábanas en plena oscuridad y adivinando nuestros rostros, te pregunté sin miedos ni tabúes si querías volver a mirarme con esos ojos otra vez, si querías besar estos labios secos otra vez, si querías caminar de la mano conmigo otra vez, como nunca y como siempre. Tu silencio breve pero abrasador, me llenó de miedo, de frío, y luego con voz firme y decidida, dijiste que sí. Dijiste que sí. Mi mente y tu mente no podían creer lo que estaban procesando. Aterrizamos nuevamente aquí y ahora y nos fundimos en un abrazo eterno, porque nuestros cuerpos se extrañaban y nuestras almas también se abrazaron porque no podían soportar el dolor de estar separadas.
Nuestros labios se volvieron a juntar como nunca, como siempre, y mi mente repetía en voz baja: "todo lo que quiero eres tú".

sábado, 8 de agosto de 2015

CREER

Cuando estoy parada frente al espejo de mi alma y veo todo borroso y confuso, tengo ganas de tomar una roca y romper aquel espejo. Todo se torna obscuro y confuso a mi alrededor, mi rostro se mezcla entre la gente que transita sin rumbo fijo, dan vueltas y vueltas y me marean, me fatigan y me hacen caer. Quiero creer que existe una mano que me tomará y me levantará para sacarme de aquel círculo que me hizo caer, quiero creer que existes y que en mis sueños te harás real nuevamente.
Soy la mano que dijo adiós, pero quiero volver a creer que existes y quiero volver a sentirte cercano a mi mente, llenándome de pensamientos, de sueños, llenando mis labios de palabras y que no importa nada más, no más convencionalismos, no más reglas y normas, no más tabúes ni tapujos.
Quiero creer en el presente, olvidándome momentáneamente del mañana y del ayer. Olvidar lo que he construido hasta ahora y centrarme en este preciso instante, ahora, aquí.
Honestamente te espero, y espero seguir esperándote tal como tú me has esperado. Mis gritos son desesperadamente claros pero necesito estar atenta a tu espera, tus manos aún están abiertas para recibirme, tus brazos aún quieren cobijarme, tus heridas aún quieren ser besadas y curadas.
Mis miedos se van disipando lentamente con el paso del tiempo, quieren volver a renacer en felicidad, en gozo, en una explosión de alegría, algo que de paso a una nueva sensación de renacer.
El agua estuvo demasiado tiempo estancada y hay que dejarla fluir.
Hay que comenzar a creer y soltar las riendas y confiar hasta caer nuevamente.

sábado, 23 de mayo de 2015

SUMAR...

El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, como dice la canción. 
Hay más experiencias, más errores que enmendar, más oportunidades que sacar de la caja de las oportunidades, más lágrimas que secar, más sabiduría que añadir a la lista, más, más y más...
Es tiempo de ir sumando, añadir cosas buenas a la vida, llorar, reír, amar la vida, amar a la gente, abrazar, besar, tocar, putear a la vida, reconciliarse con ella, pero siempre, siempre sumar....
Hace tiempo que las ganas se me van de las manos, hace tiempo que los sueños tienen un sólo propósito, hace tiempo que la necesidad se hizo parte de mí y hace tiempo que ya no hay un camino de doble vía, hace tiempo que el miedo se apoderó de mis pensamientos.
Respirar hondo, mirar atrás y cerrar los ojos. Respirar nuevamente, mirar hacia adelante y volver a cerrar los ojos. No hay nada en ninguno de los dos lugares. Lo único que cuenta es el ahora, no debo cerrar los ojos, pero sí respirar leeeentoooo.....Tocar con las manos, el cuerpo y la mente mi presente, mi ahora, mi hoy.
Soy el ave que busca un lugar para anidar, soy el viento que sopla en las montañas y eleva los volantines hacia lugares perdidos, soy la sonrisa olvidada en los labios.
Seguir sumando en este hoy, para no restar en el mañana. Multiplicar y no dividir, añadir más exponentes a esta potencia inacabable de esta aritmética que tengo en el alma.


viernes, 23 de enero de 2015

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA??

Pareciera que todo el mundo se ha empeñado en inventarse a sí mismo que un nuevo año significa un cambio. Para mí hace mucho tiempo que los años que comienzan y los años que terminan dejaron de tener un significado especial.
Es el término de un ciclo de 365 días que termina y comienza otro, pero no tiene nada que ver con el comienzo de una nueva vida. Las oportunidades han estado siempre ahí, cada uno ve si las toma o las deja. Mi pesimismo embriaga la felicidad de otros, pero no me importa, ya tuve la oportunidad de cambiar y di la oportunidad de cambio a otros y no fueron aprovechadas, quedaron desparramadas en el aire, se esfumaron en un soplo eterno y ya no volverán más.
La paciencia es una gran virtud pero tiene un límite como todo en esta vida y la mía ya está llegando a su máximo límite. Las personas no están conscientes de eso y se aprovechan de llevar a su máxima capacidad aquella paciencia que se me fue otorgada como don que he malgastado con gente que no vale la pena.
Vine al mundo para ser feliz, pero aún estoy tratando de mantener esa felicidad lo más que puedo, como el nadador que aguanta la respiración bajo el agua. Aún lo intento... aún quedan fuerzas de reserva.
El elástico se estira hasta que un día se rompe, dicha metáfora me ha enseñado que debo cuidar de no poner la cara frente al elástico porque cuando se rompa, azotará mi piel y dejará más de una herida...
Año nuevo, vida nueva? No lo creo. La vida es una sola, los años pasan y lo único que ganamos son arrugas y canas, úlceras, enfermedades varias, deudas, experiencia para dejar de ser tan ilusos y enemigos y amigos que se unen en el campo de batalla. Nada más. Sólo eso. La vida no cambia sólo se transforma, igual que las personas; no cambian, sólo se transforman. Transmutan su cuerpo, sus ideas, sus sentimientos y capacidades, pero su esencia sigue siendo la misma con la cual nacieron.

Comienzos, términos, todo habla por sí solo. Pero cuidado con las miradas que van a tu lado, pueden hacerte perder el norte y dejarte a la deriva de la vida. Pueden tomarte entre sus manos grandes y poderosas y dejarte caer desde la altura y destrozar tus transmutaciones y hacer que nada haya valido la pena, ni la alegría... Mucho cuidado con las miradas que van a tu lado. Si son miradas inseguras, te llenarán de inseguridades y miedos, pero si son miradas fuertes, seguras, sólidas, te proporcionarán esa base que hace falta para volver a confiar y seguir el camino de su mano o sin ella, porque lo único que importa es que aquellas miradas te han enseñado algo valioso.
Tres, dos, uno.... un nuevo año comenzó...