Entrada al mundo

Su entrada en este mundo es tan perfecta como ninguna,
llegan, irrumpen en nuestras vidas, sufren, rien y gozan y mas aun cuando saben que hay alguien que los sostiene de la mano al andar, se sienten seguros, confiados, y no temen porque siempre hay una mano protectora que los cuida.
Son criaturas risueñas, que sueñan con cambiar el mundo, con trazar nuevos horizontes, y hacer de esta vida un lugar mas placentero para habitar.
Quieren saberlo todo, quieren tocarlo todo, quieren vivirlo todo.
Pero no les alcanzará la vida para tomarlo todo entre sus manitos, deseosas de juntar todos los tesoros de la creación y coleccionarlos y admirarlos.
Niños, niñas, seres que lloran cuando se sienten vulnerados, seres que piensan y que con una sola palabra pueden doblegar la razón de un adulto, seres que se merecen un futuro mejor, que no merecen derramar mas lagrimas por culpa de los adultos, y que solo quieren un abrazo sincero y una mano acogedora que les colme de caricias y unos labios que los llenen de besos.